miércoles, diciembre 29, 2004

Mi Aparato

Yo era conciente q mi “aparato” era mas grande q la mayoría. Al principio no le di importancia, si bien estaba orgulloso de tenerlo.
Hoy en dia parece q nos fijaramos mas en esos detalles. Cuando era pibe “eso” no existía, y para cuando me “avivé” pensaba q habría uno para cada familia, como q era “imprescindible”.
Al fin y al cabo, la primera vez q lo use, no era totalmente conciente de su importancia. Y le di para adelante habituándome a sus virtudes, aunq el tamaño me resultaba francamente desmesurado. Colgando en mis pantalones parecia un gato dormido.
Las mujeres lo usaban con naturalidad y debo decir q ninguna hizo jamás referencia a sus dimensiones. Si al peso y color.
Yo no soy de esos tipos vergonzosos pero tampoco soy de los más desinhibidos. Tal vez por esa razón nunca lo comenté con nadie, a pesar q algunos lo tenian igual q el mío y aun más grande.
Dirás q es estúpido, o frívolo: yo imaginaba q los más pequeños tenian q resultar mucho mas aceptables y hasta más exitosos. Esto nunca lo dije, pero gracias al progreso científico logré tenerlo un poco más reducido, sin demasiadas molestias. Y como todas las cosas, estrenarlo fue maravilloso. Te pareceré idiota si digo q mejoré la comunicación con la gente y hasta influyó en mi trabajo.
Mi mujer fue quien menos notó la diferencia, aunq sospechaba en silencio q debía compartirlo con otras. La vida transcurrió sin variantes, excepto q yo ya no sentia q todos me miraban “el tremendo bulto” bajo mis caderas.
Sin embargo debo admitir q muy poco tiempo después volví a torturarme pensando q continuaba siendo muy grande a ojos vista, y otra vez sentía las miradas clavadas en mi.
¡Pensar q tantos hombres viven normalmente una vida feliz sin estar tan pendientes de su aparato!
Como ya lo había reducido una vez exitosamente, comencé a programarme para una nueva operación de achicamiento. Mi esposa no me alentaba en absoluto, pero esta vez decidí compartir con ella mis tribulaciones. Sólo por participarla sin exponerla a sorpresas. En realidad para ella todos resultan igual mientras cumplan la función. Esa es su postura, aunq yo se q se sentía más segura manipulando al “chiquito”.
Tal vez resulte impropio decirlo, pero a mi yerno, el yugoeslavo, se lo vi. Era tan diminuto y de color rosado q hasta daba risa. Sin embargo mi hija menor se casó muy entuciasmada. Estoy seguro q no fue por eso q se divorció.
De mi otro ex yerno prefiero no hablar, ¡creo q ni tiene!
La cuestión es q vislumbro q mi obsesión por el tamaño no tendrá fin. Volví a reducirlo considerablemente y me siento muy feliz, lo uso más q nunca y como se q pronto volveré a sentirme desconforme, no pararé hasta minimizarlo todo lo q pueda.
Confieso reconocer q lo importante es q funcione, pero en los tiempos q corren el celular debe ser lo más pequeño posible.

TATA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Nice world I´ll take it.

George W. B.

Anónimo dijo...

Soberano, estaria bueno que contestes los comments, asi se que lees las ocurrencias de las celebridades que visitan tu blogg.
Un saludo muy cordial.



Nina Peloso de C.

Anónimo dijo...

Juani:
Me cope con la idea del blog y me quise comprar uno. Yo andaba buscando un modelo como el tuyo pero como estaba muy caro me compre la version trucha. Me costo 3 veces menos y dice hecho Thailandia (con razon parece que le paso un huracan por arriba... o un tsunami) por eso no creo que dure mucho.
Pegale una miradita y fijate si ves por donde gotea.


Sergio T.

PD: la dire es www.eneub.blogspot.com